¡Chúpate esa!

Titulo: ¡Chúpate esa!
Titulo original: You Suck
Autor: Christopher Moore
Genero: Fantasía, Paranormal, Humor
Reseña:

«¡Me has matado, zorra! ¡Serás mamona!»

Estar muerto es un asco. Igual que estar no muerto. Y, si no, que se lo pregunten a Thomas Flood, que, al despertarse tras la noche más fantástica de su vida, descubre que su novia, Jody, es un vampiro. Y ¡sorpresa! Ahora él también lo es. Lo del mordisco habría hecho romper a muchas parejas. Pero Tommy y Jody están enamorados. Lo malo es que corre el rumor de que el chupasangre que mordió a Jody no debía reclutar más miembros para el club. Y lo que es peor: los antiguos compañeros de bolos de Tommy andan tras él, enviados por una prostituta de Las Vegas teñida de azul a la que llaman Blue (cómo no). Y esa sí que es una mamona.
Christopher Moore, que convirtió las Navidades en un hilarante baile de zombis y ángeles en El ángel más tonto del mundo e iluminó con su vis cómica ese país ignoto que es la muerte en Un trabajo muy sucio, regresa ahora con una historia de amor vampírico que rompe moldes.

Christopher Moore es un autor que me encanta. Más allá de su lenguaje burdo y la cantidad de chistes sucios que pueblan sus páginas, me parece un genio y su fantasy uno de los más divertidos y originales con los que he tenido el gusto de cruzarme.

Hace unos buenos años leí el primer libro de la trilogía A Love Storie, La sanguijuela de mi niña, la desopilante historia de una vampiresa neófita que se conseguía un esbirro bastante tonto que acababa de llegar a San Francisco para ser escritor. Me encantó, fue fresco, divertido y completamente actual, aunque llevaba más de una década publicado cuando cayó en mis manos.

Sin embargo, por alguna razón u otra siempre posponía continuar la trilogía. La espera llegó a su fin y si bien los libros de Moore son los libros de Moore, completamente únicos, originales y divertidos, este me resultó un poco decepcionante. El primero me había encantado y este en comparación baja la calidad.

En general está bien, sigue la línea del primero y la historia exactamente donde ese termina. La relación entre Tommy y Jody cada vez me gusta más y uno les llega a tomar cariño, sobre todo a él, que para ser un idiota se las ingenia bastante bien (por alguna razón me recuerda a Fry de Futurama).

Aparecen personajes nuevos, una gótica llamada Abby (Abby Normal, para más info) que cree que Tommy es un conde de quinientos años y se convierte en su esbirra. Algunas partes están narradas desde el punto de vista de esta chica y son muy, pero muy graciosas. Eso sí, como todo en la vida, es un recurso divertido como tal, en demasía puede llegar a cansar y no causar gracia para nada (lo digo porque el libro siguiente en gran parte queda en manos de Abby, y llegó a hartarme).

También aparece el mejor amigo de Abby, Jared y... es un chico raro, que escribe historias eróticas sobre su rata. Dejémoslo ahí.

Otra genialidad es que... ¡hay un crossover con otra historia de Moore! Me encanta, me hizo sonreír como boba. No solo la mejor amiga de Abby es la empleada de Charlie en Un trabajo muy sucio, ¡sino que la pelirroja que confunde a Charlie (el macho beta, la Muerte con M mayúscula, capaz) cuando recién adquiere sus poderes no es otra que Jody! No me lo esperaba y me encantó, me dejó sonriendo como boba. Son esas pequeñas cosas que agregan mucho con poco a una historia.

Pero mi gran problema fue... el final.

ME HIZO RABIAR. Lo terminé furiosa, furiosa, furiosa. Es demasiado frustrante. Si a eso le sumamos que la historia para mí gusto por momentos decaía (la narración a veces se va con los Animales, el grupo de amigos de Tommy, y una puta pintada de azul que se trajeron de Las Vegas. Bien, todo eso me pareció la mar de aburrido, tanto que consideré dejar el libro. Hasta que la historia se tuerce y el destino de Animales y puta pitufo se torna más interesante), es una lectura entretenida pero no se saca mucho más que eso.

Lo que más me gustó de este libro, no tiene nada que ver con la historia en sí: incluye un apartado del autor que nos cuenta que la historia de El Emperador, un vagabundo adorable que cree que es el emperador de San Francisco y al que toda la ciudad quiere, respeta y le sigue el juego, es real. Nos cuenta un poco sobre El Emperador verídico y sobre la historia de sus hombres (sus perritos, Holgazán y Lazarus) perros callejeros que también existieron y fueron adoptados por la ciudad. Es más que interesante, sumamente conmovedor y como un resorte, te impulsa a desear investigar la historia del hombre en el que este gran personaje está inspirado. Me da tristeza y ternura al mismo tiempo, me alegra conocer la historia, me alegra que Moore lo haya explicado en su libro.

En fin, siempre vale la pena leer a este autor, algunas veces más que otras y me temo que estamos ante una de las otras. Sin embargo, la trilogía en sí está bien, no es nada pretenciosa y cumple con lo que promete. Si quieren leer algo divertido, con mucho sentido del humor, acción y más bien distinto, pero que no sea muy complicado ni requiera pensar mucho, denle una oportunidad. A mí no me gustó demasiado el rumbo que tomó, pero puedo afirmarles que es completamente distinta y original, y no me arrepiento para nada de haberla leído.