Para entender lo que pasó con su mejor amigo Hayden, Sam tiene que confiar en la lista de canciones y en su memoria. Pero cuanto más escucha se da cuenta que su memoria no es tan confiable como creía. Especialmente cuando alguien que pretende ser Hayden le manda mensajes enigmáticos, al mismo tiempo que comienza una serie de ataques contra los matones que le hicieron la vida imposible a su amigo.

Sam sabe que tiene que enfrentar lo que ocurrió esa noche. La única manera: quitarse los auriculares y abrir los ojos a las personas que lo rodean (incluyendo una chica excéntrica e impredecible, también llena de secretos) para poder desentrañar la historia de su mejor amigo.

Y quizás llegar a cambiar la suya propia.

Después de tener una pelea en una fiesta, Sam va a la casa de su mejor amigo Hayden y lo encuentra muerto. No hay no ta de suicidio, solo un pendrive con un playlist para Sam que dice "escucha y entenderás". Así el chico inicia un viaje introspectivo para comprender y superar la muerte de su amigo.

Mis niveles de hipersensibilidad mientras leía este libro estuvieron por las nubes, así estuve lagrimeando desde el minuto cero. Me resultó una historia muy emotiva y disfruté mucho de la lectura, a pesar de que tiene sus buenas falacias.

 Perder a un amigo es la cosa más absurda e inverosímil del universo.  Es ridículo, cuando sos joven estás seguro de que esas cosas no te pueden pasar, son tragedias que les pasan a los demás, no a vos. Son cosas que se suponen que van a pasarte de viejo, no de adolescente. Lo viví y todavía me parece irreal, me acuerdo patente de ese día, uno de los peores de mi vida, de estar bañándome y pensar "¡¡Qué estupidez!! ¿Cómo se va a morir?" Seguido del impulso estúpido y mega doloroso de mandarle un mensaje, porque obviamente no podía ser cierto que ya no estaba. Por eso sentí empatía por Sam, porque me sentía identificada en muchos momentos con él. Creo que se toca con mucho tacto y realismo el tema de la muerte.

Aunque también a veces quería sacudirlo, me parecía un mal amigo, no fue siempre bueno con Hayden y también peca de ingenuo cuando las cosas comienzan a ponerse... misteriosas, sin embargo, es un humano. Estoy cansada de que buscar protagonistas perfectos en las novelas, nadie es perfecto. Todos a veces tratamos mal a las personas que queremos, todos a veces somos ingenuos. La ingenuidad me molestó más que los malos tratos, porque la autora eligió cegarlo para poder extender la trama, pero aún así no me impidió disfrutar la novela.

La pluma de la autora es muy atractiva, nada pretenciosa y bastante natural. Se lee muy rápido, tiene mucho gancho y sabe mantener el misterio, también como emocionarte y qué fibras sensibles tocar.

En términos generales, el libro me gustó mucho si no lo pienso demasiado, y dado que disfruté de la lectura no quiero hacerlo. Sobre analizarlo remarcaría muchas inconsistencias que empañarían los sentimientos positivos que me provoca.

La playlist está muy buena, tenía buen gusto ese Hayden. Me hubiera gustado que tuviera más relevancia, prometía algo muy interesante, pero se queda en la promesa. Lamentablemente su función acaba siendo dar título a los capítulos y no mucho más que eso. Una pena, porque tenía mucho potencial la idea.

Por último, creo que el libro tiene un poco de relleno, hay varias situaciones que se cierran de forma abrupta y poco desarrollada, y al final no tienen relevancia en el proceso de sanación de Sam. No me hubiera molestado si tuvieran explicaciones más redonditas, menos tiradas de los pelos, pero por ejemplo, el cierre de una situación que te tiene en vilo medio libro es un "y tal cosa era mi imaginación" al pasar, sin una explicación ni nada. Es muy ARE YOU FUCKING KIDDING ME?

Pero, quiero remarcar sus cosas buenas, maneja muy bien el tema del suicidio adolescente y cómo deben lidiar con él quienes quedan, me gustó como enfatiza en el sentimiento de culpa colectiva y como se esfuerza y hace hincapié en qué nadie es realmente el culpable en estos casos. Tiene algo sanador, y eso siempre está perfecto.

En fin, a pesar de estos puntos flojos que marco, reitero que disfruté de la lectura, me conmovió y fue uno de esos libros que uno acaba extrañando. Me hubieran gustado otras resoluciones, me hubiera gustado comprender un poquito más a Hayden, pero en términos generales me gustó.