Titulo: La sanguijuela de mi niña
Titulo original: Bloodsucking Friends
Autor: Christopher Moore
Genero: Humor, paranormal
Fragmento:

Reseña:
Tommy, o C. Thomas Flood, es un escritor que todavía no ha escrito nada y acaba de mudarse a San Francisco donde espera morirse de hambre y conocer una mujer que le rompa el corazón (porque todo escritor que se precie tiene que estar muerto de hambre y tener el corazón roto).
Jody despierta una noche con una mano abrazada, la blusa repleta de dinero y... bueno, muerta.
La falta de vivienda de Tommy y la necesidad imperiosa de la vampira neófita por conseguir un ayudante que sea capaz de moverse en la luz del día, hace que los destinos de estos dos personajes se crucen y se sumerjan en una aventura llena de peligros y de lo más desopilante.

Mi opinión:

¿Están hartos de las historias de vampiros? Sí, sé que sí. La mayoría de la población lectora del planeta está hasta la coronilla de historias de vampiros y no quiere saber absolutamente nada de los chupasangres por una o dos décadas. Conozco el sentimiento y fue eso lo que me llevó a tener este libro olvidado por varios años, sin leerlo. Por suerte su espera terminó y ¡me encantó!

A pesar de ser muy básica, es una historia diferente a todas las que estamos acostumbrados -y de las que estamos cansados-, tiene de todo. Acción, nerviosismo, humor, mucho humor, amor, muerte, asesinatos, mendigos locos, traiciones, locuras y ninjas.

La sanguijuela de mi niña, a pesar del título poco atractivo, es una clara muestra de lo mucho que puede un autor ingenioso construir con poco. No es una historia pretenciosa ni rebuscada, es simple, pero terriblemente entretenida. Un libro ameno y difícil de soltar, no porque la trama sea de otro mundo, sino porque la narración, cargada con una buena dosis de sarcasmo, sentido del humor, disparates y verdades universales, nos obliga a querer más y más.

No es el primer libro de este autor que leo, aunque sí el primero que disfruto y me hace reír de pe a pa. Si bien el humor tiene pequeños tintes delirantes, es en una medida justa y eso lo hace muy llevadero y divertido. Me he reído TANTO, y reído de verdad. Muchas veces cuando uno dice que algo le dio risa, probablemente la risa en cuestión no haya pasado de una mueca en los labios ante algo que le causó gracia, o ni eso. Pero en este caso hablo literalmente, hablo de carcajadas.

Hay demasiadas cosas hilarantes: Tommy experimentando con Jody mientras duerme, ya que -basándose en diferentes novelas de vampiros- intenta ayudarla a descifrar su nueva naturaleza probando qué es mito y qué no de todo lo que lee. (Nota de Meli: Lestat el vampiro no solo es el libro favorito de Tommy sino su ejemplo a seguir con Jody. Amor total por eso). Cinco chinos cortejando a Tommy para conseguir la ciudadanía, cadáveres en el freezzer, otros que se escapan de la morgue por sus propios medios, madres histéricas atacadas por tortugas, matones cobardes, ninjas pelirrojos. ¡Todo te causa!

Simplemente genial.

Aunque por momentos parece que el autor se mofa de las historias modernas de vampiros en sus páginas, este libro data de 1995, unos diez añitos antes de que el boom colmilludo estallara, así que es pura casualidad el sarcasmo. Todo un visionario el tipo, todo un visionario.

¿Están cansados de leer siempre lo mismo? ¡Lean a Moore! Las sinopsis de sus libros nunca dicen mucho, las portadas suelen dejar bastante que desear y a la mayoría de los títulos los han traducido de manera ridícula, pero las historias -que es lo único que importa- son grandiosas. Muy divertidas, amenas y diferentes.