Un magistral relato de Robert Louis Stevenson. Una historia que íntimamente nos involucra.

Después de todo, medité, era como mis prójimos, y sonreí comparándome con otros hombres, comparando mi buena voluntad con la perezosa crueldad de su negligencia.

Una inquietante irrupción altera el apacible paseo dominical por las calles de Londres: alguien abre la puerta trasera de la residencia de Henry Jekyll. Desde ese momento, lo cotidiano se confunde con lo inexplicable, lo secreto, lo sobrenatural.

¿Quién es el siniestro Edward Hyde y qué lo une al honorable Dr. Jekyll? Dos personalidades opuestas se disputan el alma de un hombre.

La dualidad de la naturaleza humana hecha historia.

Todos conocemos aunque sea levemente de qué va esta novela corta, este relato casi. El grotesco y, sin duda alguna, malvado Edward Hyde irrumpe en la sociedad londinense y tiene algún tipo de vinculo inexplicable con el honrado y respetado doctor Jekyll. Mr. Utterson, un abogado y quien lleva las riendas de la novela, decide investigar que une a estos dos individuos, en caso de que su querido amigo Jekyll, que está cada vez más meditabundo y afligido, esté en problemas. Esto lo lleva a descubrir un secretón. Esperen SECRETÓN.

Lastima que este secreto no es ya shockeante  ni nos toma por sorpresa. No solo porque la historia de la literatura universal misma se ha encargado de inmortalizar esta novela en base a ese secreto, que es el desenlace de la trama, haciéndolo prácticamente un conocimiento de cultura general. Sino también porque en el 90% de las ediciones que he visto de este libro lo revelan en la primera línea de la sinopsis.

Yo igual, por las dudas, no voy a decirlo. Siempre cabe la remota posibilidad de que alguien no lo sepa.

De todas formas, con el misterio arruinado y todo, es una historia que se disfruta.

Adoro el estilo de Stevenson, es algo arcaico, por supuesto, pero completamente llevadero, sencillo y dinámico, no es pesado de leer y a la vez es estético, cuidado y rico.

Es muy interesante la forma en la que está narrado el libro y como se resuelven las cosas. El autor lleva muy bien misterio de la historia, tiene buen ritmo y logra encontrar un equilibrio perfecto entre el thriller psicológico y el relato policial.

Sin necesidad de ponerse muy analíticos (pero es todo un deleite para quienes gusten de analizar psicológica, social y filosóficamente a los personajes, entornos y demás), es una historia fantástica que te deja pensando bastante.

Por último, una pequeña curiosidad sobre el autor que tiene relación a esta historia: unas horas antes de morir, por una afección al cerebro, si mal no recuerdo algo similar a un ACV, empezó a decir que su rostro estaba "mutando" y se veía distinto. Si leyeron el libro, van a ver la similitud. ¿Será que plasmó en esta obra uno de sus peores miedos? Me parece sumamente interesante esto, siempre lo hizo.

Un muy buen libro, corto, retorcido y llevadero.