Titulo: Emmy & Oliver
Titulo original: Emmy & Oliver
Autor: Robin Benway
Genero: Romance, drama
Reseña:

Emmy y Oliver de Robin Benway es la primera apuesta, esperamos que de muchas, de la nueva editorial argentina de literatura juvenil, #Numeral.

No estaba segura de qué esperar de este libro, la portada era sencilla, la sinopsis no prometía nada demasiado diferente y realmente creí que estaba enfrente de otro romance juvenil actual cargado de mucho drama. Nada más equivocado, y eso me encanta.

El padre de Oliver lo secuestra a los siete años y durante una década ni su pobre madre ni sus queridos amigos, entre ellos su vecina Emmy, saben nada de él. Hasta que un día aparece de vuelta e intenta retomar su vida allí donde la dejó, sin embargo, ya no es el niño que era cuando desapareció y no solo debe lidiar con lo que otros han hecho de él, sino con lo que su secuestro significó para todos aquellos que lo apreciaban, la forma en la que su desaparición afectó y alteró la vida de todos quienes lo rodeaban, inexorablemente.

"La ausencia de Oliver nos partió a la mitad, dividió nuestro vecindario a lo largo de una falla geológica que tenía la fuerza necesaria para ocasionar un terremoto. Un terremoto hubiera sido mejor. Al menos durante un terremoto puedes entender por qué estás temblando".

Esta novela es fantástica por varias razones, y voy a enumerárselas con descaro.

A pesar del tema que toca y lo fuertemente afectados que están los protagonistas, no es un dramón. No quiere hacerte llorar (aunque es tan bueno y emocionante que alguna lagrimita te roba, pero no premeditadamente), cero golpes bajos, cero situaciones forzadas. 

Es una lectura fluida y absolutamente natural, adoré a todos los personajes (a excepción de la madre de Emmy, ya volveremos), porque son personas comunes y corrientes, están súper bien logrados y te producen todo tipo de emociones. Al final sentís casi como si fueran tus amigos, porque derrochan naturalidad.

Hay mucho, mucho sentido del humor. Tanto que mi libro quedó repletó de post its porque no podía resistirme. La personalidad de Emmy y su trato con sus amigos, me recordaba a mi relación con mis amigos, todo el tiempo estaban haciendo y diciendo cosas que nosotros totalmente haríamos y diríamos, así que me tentaba de risa y no podía más que marcarlo. Eso me encanta, realza esa sensación de realismo natural del que ya les hablé.

"-Dios, hay veces que me saca de quicio por completo. La quiero, pero también la quiero matar, ¿entiendes?-Sí -dije porque lo entendía-. Eso es amistad"

A pesar del título y la portada con corazoncitos, el punto fuerte del libro no es el romance. Es una historia muy linda que explora distintos aspectos de la amistad, la búsqueda del sí y el amor y el perdón en varias de sus faceta. La sentí como una historia de amistad y reconciliación (con el pasado, con uno mismo, con quienes nos aman a su manera).

Finalmente, es un libro inteligente, que a pesar de su liviandad te tira un par de verdades universales indiscutibles. Eso está bueno y te hace pensar.

Los personajes son muy reales y carismáticos, las relaciones entre ellos simplemente fantásticas, la historia muy tierna, con mucho gancho y extremadamente divertida (querés que te rinda un poco, porque la estás pasando bien leyéndola, pero a la vez no podés parar y cuando querés acordar se te acaba sin remedio). Lo único que no me gustó para nada, PARA NADA fue la madre de Emmy.

Es exagerada y sobreprotectora. Se entiende su miedo dado lo que ocurrió con Oliver, pero se pasa de la raya, Emmy prácticamente vive en un régimen militar. La detesté, la hubiera sopapeado el libro entero. Es un tema que me toca de cerca y que me desespera. Conozco a padres así de sobreprotectores y, francamente, no los considero mejores que los padres abusivos o los ausentes, porque -incluso cuando buscan exactamente lo contrario porque actúan movidos por el amor- pueden provocar un gran daño psicológico, inhibir a sus hijos e incluso impedir su normal desarrollo como individuo. Es necesario un equilibrio, todo exceso es malo, incluso el de cuidados.

Y por eso niños, odié a la mamá de Emmy jaja

Pero todo lo demás fue fantástico.

Una historia mega tierna y sensible, divertida y muy bien planteada. Me gustó mucho y voy a mantener el ojo sobre esta autora, porque amé su estilo. 

"-Seguimos siendo amigos. Eso no ha cambiado. Nunca cambió.-La amistad más rara del mundo -Oliver se rio por la nariz.-Definitivamente -asentí-. Pero es nuestra".