¡¡Hola, hola!!
¡Cómo andan? Yo estudiando porque la semana que viene doy un final, y bueno... no queda otra que estudiar. Por eso el abandono maratónico del blog. Pero les prometo que los próximos días va a haber más actividad que esta semana :)
Hoy voy a hacer la primera entrada del desafío El intruso, la verdad es que me costó decidir cómo hacerla, ¡porque hay intrusos por doquier! Algunos libros tienen tantos que ni siquiera sé cuál poner jaja Ya que en algunos hay DEMASIADAS referencias, decidí que yo voy a tomar solo tres por libro.
En fin, les dejo mi cacería:
El circo de la noche
1º —El primer hombre utilizaba artilugios mecánicos y espejos y hacía que el público mirara hacia otra parte cuando no quería que viera algo, para crear una falsa ilusión. El segundo hombre, el que se llamaba igual que el duque en La tempestad, fingía hacer cosas parecidas, pero no utilizaba espejos ni trucos. Hacía las cosas igual que usted.
—Muy bien.
2º Un enorme cuervo negro duerme, sin jaula, junto a las obras completas de Shakespeare.
3º —Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, que todas las que pueda soñar tu filosofía —cita Celia.
—Shakespeare no, por favor.
—Ya que me persigue el espectro de mi padre, creo que tengo derecho a citar Hamlet tanto como me plazca. Antes te encantaba Shakespeare, Próspero.
Matilda
1º El padre de Matilda tenía una espléndida cabellera negra, que peinaba con raya en medio, y de la que se sentía extremadamente orgulloso.
—Un buen pelo —le encantaba decir— significa que hay un buen cerebro debajo.
—Como Shakespeare —comentó una vez Matilda.
—¿Como quién?
—Como Shakespeare, papi.
—¿Era inteligente?
—Mucho, papi.
—Tendría un montón de pelo, ¿no?
—Era calvo, papi.
2º—Me gustó El león, la bruja y el armario —dijo Matilda—. Creo que C. S. Lewis es un escritor muy bueno, pero tiene un defecto. En sus libros no hay pasajes cómicos.
—En eso tienes razón —dijo la señorita Honey.
—Tampoco hay pasajes cómicos en los de Tolkien.
—¿Crees que todos los libros para niños deben tener pasajes cómicos? —preguntó la señorita Honey.
—Sí —dijo Matilda—. Los niños no son tan serios como las personas mayores y les gusta reírse.
3º —Me encanta Charles Dickens —dijo Matilda—. Me hace reír mucho, especialmente el señor Pickwick.
Mi amigo el demonio
1º—«La sospecha, a menudo, crea lo que se sospecha» —dijo, leyendo el póster.
Por como lo dijo, era una pregunta.
—C. S. Lewis. Las cartas de Escrutopo. ¿Has leído el…?
—… Sí, conozco el libro
2º—Al final de la obra hay una frase que contiene un mensaje. Un mensaje de esperanza. ¿Alguien podría decirme qué frase es?
En mi opinión, Hamlet no era una obra que hablara de esperanza. Habla de un joven atormentado por su padre, que lo obliga a matar a alguien para vengarse, aunque eso sólo acaba empeorando las cosas.
—«Nosotros desafiamos a los presagios».
Papaíto Piernas Largas
1º¿Cuál cree usted que es mi libro preferido, por el momento? Cambio de preferencia cada tres días más menos… Por ahora es Cumbres borrascosas. Emily Brontë era muy joven cuando lo escribió y no había salido nunca de su casa natal. En su vida había conocido hombre alguno… ¿Cómo pudo concebir a uno como Heathcliff? Yo no sería capaz, y eso que soy tan joven como ella y nunca he salido del orfanato John Grier.
2º Nunca leí los cuentos de Mamá Ganso, o David Copperfield o Ivanhoe o Cenicienta o Barba Azul o Robinson Crusoe o Jane Eyre o Alicia en el país de las maravillas o había oído nombrar a Rudyard Kipling. No sabía que Enrique VIII se había casado más de una vez, ni que Shelley fuera un poeta. Ignoraba que los hombres antes fueron monos y que el Jardín del Edén no es más que un hermoso mito. Nadie me dijo jamás que R. L. S. quería decir Robert Louis Stevenson ni que George Eliot era una mujer. Jamás vi una reproducción de la Gioconda y, aunque parezca mentira, nunca había oído hablar de Sherlock Holmes.
3º Me pasé la mitad de la noche leyendo Jane Eyre. ¿Tiene usted bastante edad, Papaíto, como para recordar cosas de hace tantos años? Si así fuera, ¿es cierto que la gente hablaba como en el libro?
La altiva Lady Blanche le dice a un lacayo: «Deten tu cháchara, bribón, y ejecuta mi mandato». El señor Rochester habla del «firmamento» cuando quiere decir «cielo», y ni hablar de la loca que se ríe como una hiena, pega fuego a las cortinas de la cama, desgarra las vestiduras nupciales y muerde… Es todo un puro melodrama, pero uno lee y lee sin poder dejarlo. No me explico cómo una muchacha pudo haber escrito un libro semejante. Estas hermanas Brontë, las autoras del libro, tienen algo fascinante. No sólo sus libros, sino también sus vidas, su espíritu. ¿De dónde lo sacaron?
Las grietas del reino
Reseña
1º Tendría que apresurarse con eso de no pensar en nada, pues ese día tenía muchas cosas que hacer. La traducción de francés, el ensayo de Macbeth -o por lo menos encontrar su libro perdido de Macbeth para poder leerlo-.
2º Jack recitó muchos poemas de Byron porque tal vez solo las palabras hermosas podían atravesar la grieta.
3º Por qué olvidaste enviar a Alicia. Nos quedaremos en el País de las Maravillas.
El estudiante
1º El estudiante 5 tenía citas de El arte de la guerra de Sun Tzu en tarjetas que pegaba en un tablero junto a su escritorio.
2º -Te gusta adoptar animales, ¿verdad? -le diría con voz amable y simpática-. Y leer poemas de Emily Dickinson y novelas de Jane Austen tanto para tus estudios como en tu tiempo libre. ¡Qué interesante! Tu vida parece fascinante, Andrea.
3º Cuando notaba que comenzaban a desbordarlo las emociones dejaba el libro a un lado y hacía ejercicio frenéticamente. Cuando el sudor le caía sobre los ojos y los bíceps le dolían por el esfuerzo, era menos probable que pensara en los problemas de Elizabeth Bennet con el señor Darcy en el siglo XIX y que se concentrara en sus designios mortales.
Este libro fue un drama porque debe tener unas... 108 referencias literarias, se los juro.
Como verán, Shakespeare anduvo ruleando la cacería.
La verdad sea dicha, algunos faltan porque me olvidé del desafío jaja y en muchos libros que leí no marqué nada por esa misma razón.
En fin, me voy al jardín a leer porque necesito aire, está fresquito y la gente está bastante molesta hoy en mi casa, necesito soledad. Misión imposible, pero trataremos.
¿Cómo anduvieron sus cacerías? ¡Buen jueves! :)
¡Cómo andan? Yo estudiando porque la semana que viene doy un final, y bueno... no queda otra que estudiar. Por eso el abandono maratónico del blog. Pero les prometo que los próximos días va a haber más actividad que esta semana :)
Hoy voy a hacer la primera entrada del desafío El intruso, la verdad es que me costó decidir cómo hacerla, ¡porque hay intrusos por doquier! Algunos libros tienen tantos que ni siquiera sé cuál poner jaja Ya que en algunos hay DEMASIADAS referencias, decidí que yo voy a tomar solo tres por libro.
En fin, les dejo mi cacería:
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Click en la imagen si quieren ver de qué se tratra el desa :) |
El circo de la noche
1º —El primer hombre utilizaba artilugios mecánicos y espejos y hacía que el público mirara hacia otra parte cuando no quería que viera algo, para crear una falsa ilusión. El segundo hombre, el que se llamaba igual que el duque en La tempestad, fingía hacer cosas parecidas, pero no utilizaba espejos ni trucos. Hacía las cosas igual que usted.
—Muy bien.
2º Un enorme cuervo negro duerme, sin jaula, junto a las obras completas de Shakespeare.
3º —Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, que todas las que pueda soñar tu filosofía —cita Celia.
—Shakespeare no, por favor.
—Ya que me persigue el espectro de mi padre, creo que tengo derecho a citar Hamlet tanto como me plazca. Antes te encantaba Shakespeare, Próspero.
Matilda
1º El padre de Matilda tenía una espléndida cabellera negra, que peinaba con raya en medio, y de la que se sentía extremadamente orgulloso.
—Un buen pelo —le encantaba decir— significa que hay un buen cerebro debajo.
—Como Shakespeare —comentó una vez Matilda.
—¿Como quién?
—Como Shakespeare, papi.
—¿Era inteligente?
—Mucho, papi.
—Tendría un montón de pelo, ¿no?
—Era calvo, papi.
2º—Me gustó El león, la bruja y el armario —dijo Matilda—. Creo que C. S. Lewis es un escritor muy bueno, pero tiene un defecto. En sus libros no hay pasajes cómicos.
—En eso tienes razón —dijo la señorita Honey.
—Tampoco hay pasajes cómicos en los de Tolkien.
—¿Crees que todos los libros para niños deben tener pasajes cómicos? —preguntó la señorita Honey.
—Sí —dijo Matilda—. Los niños no son tan serios como las personas mayores y les gusta reírse.
3º —Me encanta Charles Dickens —dijo Matilda—. Me hace reír mucho, especialmente el señor Pickwick.
Mi amigo el demonio
1º—«La sospecha, a menudo, crea lo que se sospecha» —dijo, leyendo el póster.
Por como lo dijo, era una pregunta.
—C. S. Lewis. Las cartas de Escrutopo. ¿Has leído el…?
—… Sí, conozco el libro
2º—Al final de la obra hay una frase que contiene un mensaje. Un mensaje de esperanza. ¿Alguien podría decirme qué frase es?
En mi opinión, Hamlet no era una obra que hablara de esperanza. Habla de un joven atormentado por su padre, que lo obliga a matar a alguien para vengarse, aunque eso sólo acaba empeorando las cosas.
—«Nosotros desafiamos a los presagios».
Papaíto Piernas Largas
1º¿Cuál cree usted que es mi libro preferido, por el momento? Cambio de preferencia cada tres días más menos… Por ahora es Cumbres borrascosas. Emily Brontë era muy joven cuando lo escribió y no había salido nunca de su casa natal. En su vida había conocido hombre alguno… ¿Cómo pudo concebir a uno como Heathcliff? Yo no sería capaz, y eso que soy tan joven como ella y nunca he salido del orfanato John Grier.
2º Nunca leí los cuentos de Mamá Ganso, o David Copperfield o Ivanhoe o Cenicienta o Barba Azul o Robinson Crusoe o Jane Eyre o Alicia en el país de las maravillas o había oído nombrar a Rudyard Kipling. No sabía que Enrique VIII se había casado más de una vez, ni que Shelley fuera un poeta. Ignoraba que los hombres antes fueron monos y que el Jardín del Edén no es más que un hermoso mito. Nadie me dijo jamás que R. L. S. quería decir Robert Louis Stevenson ni que George Eliot era una mujer. Jamás vi una reproducción de la Gioconda y, aunque parezca mentira, nunca había oído hablar de Sherlock Holmes.
3º Me pasé la mitad de la noche leyendo Jane Eyre. ¿Tiene usted bastante edad, Papaíto, como para recordar cosas de hace tantos años? Si así fuera, ¿es cierto que la gente hablaba como en el libro?
La altiva Lady Blanche le dice a un lacayo: «Deten tu cháchara, bribón, y ejecuta mi mandato». El señor Rochester habla del «firmamento» cuando quiere decir «cielo», y ni hablar de la loca que se ríe como una hiena, pega fuego a las cortinas de la cama, desgarra las vestiduras nupciales y muerde… Es todo un puro melodrama, pero uno lee y lee sin poder dejarlo. No me explico cómo una muchacha pudo haber escrito un libro semejante. Estas hermanas Brontë, las autoras del libro, tienen algo fascinante. No sólo sus libros, sino también sus vidas, su espíritu. ¿De dónde lo sacaron?
Las grietas del reino
Reseña
1º Tendría que apresurarse con eso de no pensar en nada, pues ese día tenía muchas cosas que hacer. La traducción de francés, el ensayo de Macbeth -o por lo menos encontrar su libro perdido de Macbeth para poder leerlo-.
2º Jack recitó muchos poemas de Byron porque tal vez solo las palabras hermosas podían atravesar la grieta.
3º Por qué olvidaste enviar a Alicia. Nos quedaremos en el País de las Maravillas.
El estudiante
1º El estudiante 5 tenía citas de El arte de la guerra de Sun Tzu en tarjetas que pegaba en un tablero junto a su escritorio.
2º -Te gusta adoptar animales, ¿verdad? -le diría con voz amable y simpática-. Y leer poemas de Emily Dickinson y novelas de Jane Austen tanto para tus estudios como en tu tiempo libre. ¡Qué interesante! Tu vida parece fascinante, Andrea.
3º Cuando notaba que comenzaban a desbordarlo las emociones dejaba el libro a un lado y hacía ejercicio frenéticamente. Cuando el sudor le caía sobre los ojos y los bíceps le dolían por el esfuerzo, era menos probable que pensara en los problemas de Elizabeth Bennet con el señor Darcy en el siglo XIX y que se concentrara en sus designios mortales.
Este libro fue un drama porque debe tener unas... 108 referencias literarias, se los juro.
Como verán, Shakespeare anduvo ruleando la cacería.
La verdad sea dicha, algunos faltan porque me olvidé del desafío jaja y en muchos libros que leí no marqué nada por esa misma razón.
En fin, me voy al jardín a leer porque necesito aire, está fresquito y la gente está bastante molesta hoy en mi casa, necesito soledad. Misión imposible, pero trataremos.
¿Cómo anduvieron sus cacerías? ¡Buen jueves! :)