Titulo: La quinta ola
Titulo original: The 5th Wave
Autor: Rick Yancey
Genero: Drama, aventura
Reseña:


¿Cansados del apocalipsis zombie? Prueben el apocalipsis alienígena, adicción 100% garantizada.

Hay demasiadas cosas esplendidas de este libro sobre las que quiero hablar, pero déjenme empezar con aquella que más que gustó: La quinta ola está protagonizado por dos personas que a duras penas tienen relación entre ellas, dos personas casi desconocidas, dos personas que se encuentran en diferentes puntos geográficos y son presas de distintas situaciones. Dos personas a las que sin que lo sepan los une la misma cosa: una promesa a un niñito.

La misma promesa, al mismo niñito.

Me resulta increíble, muy conmovedor, muy profundo.

Es sumamente enternecedor, y le da una dimensión increíble a la historia que prácticamente dos extraños y sin saberlo, utilicen como motor para luchar y sobrevivir la misma cosa, ni hablar si esa cosa es algo tan noble como una promesa a una criaturita.
Sin contar lo genial que es la coincidencia de que esas dos personas, aparentemente extrañas, hagan la misma promesa a la misma persona. Pareciera casi, casi que fue planeado. ¡De novela, miren! Jaja

Nosotros éramos los afortunados. Habíamos sobrevivido al ataque del pulso electromagnético, a la aniquilación de las costas, a la plaga que había acabado con toda la gente a la que conocíamos y amábamos. Habíamos mirado a la Muerte a la cara, y ella había parpadeado primero. Eso debería habernos hecho sentir valientes e invencibles, pero no.

Éramos como los japoneses que sobrevivieron al estallido inicial de la bomba de Hiroshima. No entendíamos por qué seguíamos allí y no estábamos del todo convencidos de querer estarlo.

Me gustó muchísimo el estilo de Yancey, es natural, muy, muy gracioso. Y esas dos cosas van de la mano en sus letras, su naturalidad tiene una gracia pasmante, y mucho sentido del humor que no es forzado, sino que adecuado y verosímil. El mundo se está acabando, pero aún te depara varias carcajadas, porque este es un libro mega dramático, pero cargado de cinismo y sarcasmo, eso resulta muy realista. Nadie va a andar entre los escombros del fin del mundo hablando adecuadamente, con clase y educación. Los comentarios sarcásticos, que son una multitud, son un complemento natural a la situación.

En la otra cara de la moneda, es hiper crudo y dramático. No disfraza las cosas con frases bonitas, los alienígenas asesinan a siete mil millones de personas, no hay forma de suavizar eso y Yancey no hace siquiera el esfuerzo. Cuenta las cosas como son, y esa crudeza, que te llega y desgarra el alma, está presente de principio a fin, creando una atmosfera perfecta de pena y desesperación. Es una historia muy bien construida.

Sin embargo, y a pesar de la crudeza, tiene una pluma estética y estás páginas están cargadas de muerte y belleza. Una combinación rara pero que funciona, convirtiendo a la Quinta ola en un libro mucho más profundo de lo que pueda parecer. Es una historia repleta de fragmentos, afirmaciones y certezas que te dejan pensando, o te conmueven, o ambas cosas. Y, ¿saben qué es lo mejor? Que no se precisa reflexionar mucho para darte cuenta que todo lo que dice es cierto. Es hermoso y desgarrador.

Se me ocurre que no hay mucha diferencia entre nosotros, los vivos, y los muertos; es solo una cuestión de tiempo verbal: muertos pasados y muertos futuros.

En cuanto a la trama, te engancha desde el primer capítulo y resulta muy llevadera. Si bien sentí que por un momento perdió el norte, eso se corrigió rápidamente puesto que todas las piezas de la historia encajan perfectamente. El libro está narrado mayormente en primera persona por Cassie, nuestra protagonista, y por Zombi, nuestro prota masculino. Las dos personas a las que une la promesa. Sin embargo, hay una pequeña parte narrada desde el punto de vista de Sammy, el hermano menor de Cassie. Sus páginas están narradas en tercera persona, lo que me asustó ya que el hecho de que en un libro narrado en primera de repente aparezca un personaje narrando en tercera suele indicar… digamos que ese personaje no está disponible para narrarlo por su cuenta. Eso me desesperó y me tuvo con el corazón en la boca porque amé a Sammy y me causó mucha ternura. Sin embargo, aunque sea de momento, la tercera persona no fue premisa de nada. Podemos justificar su uso alegando que es demasiado pequeño para cargar con la narración de la trama.

El libro está dividido en distintas partes, que se subdividen en capítulos. Cada una de esas partes está narrada por un personaje distinto lo que obra milagros en cuanto a dinamismo, y le agrega mucho drama a la historia ya que constantemente se crean cliffhangers internos, al final de muchas partes hay situaciones intensas cuya conclusión no conocemos hasta dos partes después, dada la narración intercalada. Me gustó eso, un recurso brillante para generar tensión y dejarte, literalmente, sin uñas que morder.

–Lo había entendido todo mal –sigue diciendo–. Antes de encontrarte creía que la única forma de resistir era tener algo por lo que vivir. Y no es eso. Para resistir, debes encontrar algo por lo que estés dispuesto a morir.

Pasando a los personajes, en términos generales me gustaron todos, pero algunos me generan ciertos recelos.

Comencemos por Cassie, ella es la protagonista principal y el sarcasmo hecho persona. Es valiente, pero humana, demasiado humana, y esa debilidad la hace un buen personaje. Por personas como Cassie se inventó eso de “persevera y triunfaras”, puede resultar (porque lo es) cabeza dura, y también sentí que en un momento su calidad como prota decaía, sin embargo, creo que esa confusión resulta realista. Me molestó que la chica cuya bandera es “No confíes en nadie”, confiara de repente tanto en alguien, pero la situación lo amerita. Me gustó, inteligente, profunda, graciosa y dosis de Mary Sue baja.

Zombi, él es más dramático que Cassie, aunque también tiene su carga de cinismo. Es el personaje roto por excelencia que actúa más movido por la culpa que por nobleza, aunque esto no se mantiene durante todo el libro. Creí que no iba a gustarme por algunas reseñas que había leído, pero la verdad es que me agradó desde el comienzo. También es testarudo, aparentemente ser testarudo es una de las claves para sobrevivir al apocalipsis (¡¡Estoy salvada‼), pero me gustó él, sus reflexiones y decisiones, al menos aquellas que toma luego de convertirse en Zombi. Por último, me sentí muy inteligente por adivinar su verdadera identidad. Lástima que duró poco porque lo revelan enseguida. Ni llegué a regodearme, me encanta adivinar esas cosas.

Esto es lo más importante que he sacado de la Llegada: al matarnos, nos enseñaron que dar importancia a las cosas materiales es una auténtica idiotez. ¿El dueño de ese BMW? Está en el mismo sitio que la dueña de ese Kia.

Evan, si bien creo que es alguien de confianza y el final del libro, por su causa, me disgustó un poco, no sé bien cómo sentirme hacia él. Me gusta, pero no acaba de cerrarme, hay cierta dualidad en él que me hace ruido. Si leyeron el libro saben de qué hablo. Por un lado me parece muy noble y sacrificado, por otro, por momentos me dio miedito. Lo digo sin rodeos, me perturbó un poco el amor instantáneo y esas escenas en las que lo expresa. Reitero, me gusta, me da cierta ternura y creo que su lucha es una de las más difíciles, sin embargo no puedo negar que me perturbó en algunos momentos.

Sammy, ¿saben qué? Este peque es más valiente que todos los hombres de Vosch. Me mató lo centrada y decidida que es esta criatura, lo rápido e inteligente. Incluso lo duro, porque un nene de su edad no podría tener su resistencia y postura ante todo lo que vive. La parte que el narra me partió el alma, porque es realmente increíble, es una mente tierna e infantil endurecida por las circunstancias. Me mató poder meterme en su cabecita y ver el mundo con sus ojos, ser testigo de su razonamiento, cómo él concibe las cosas. Fue desgarrador y muy interesante. Por último, me encanta ver como a pesar de todo sigue siendo un niño. En una escena muy tensa se menciona que está llorando desconsoladamente y tu única reacción es “Por supuesto que está llorando, es un nene, no un soldado”, y deseas que termine todo para que Sammy deje de llorar. Me gusta mucho eso de la historia. Mucho.

En cierto aspecto, es como La vida es bella, pero con aliens.

El final me dejó con un gustito agridulce, nerviosa y con cierta angustia, pero uno no espera un felices por siempre en este tipo de historias, así que está bien.

Me da igual lo que impliquen las estrellas sobre los pequeños que somos. Cualquiera de nosotros, por pequeño, débil e insignificante que sea, importa.

Ahora, por un lado muero por The Infinite Sea, su secuela, que lleva el nombre de una de las partes de este libro, lo que ya define el panorama un poco. Porque si están pensando en imágenes marítimas, están pensando mal. Piensen más bien en tierra abrazada y desolación. Por otro lado, ciertamente no veo cómo pueden salir airosos de esta situación, para bien o para mal, espero una sorpresa. Espero que Yancey me sorprenda y que la historia se siga desarrollando con tanta coherencia y gracia como esta primera parte. Y crudeza, que no deje atrás la crudeza, porque, con honestidad, creo que prefiero una tragedia a un felices por siempre sacado de la galera en la que un grupito de siete niños y adolescentes vencen ellos solitos a cientos de miles de alienígenas que ya acabaron con la mayor parte de humanidad.

Está a punto de amanecer, se nota que llega el día. El mundo contiene el aliento porque no hay nada que garantice que el sol vuelva a salir. Que hubiera un ayer no significa que haya un mañana.

En fin, un libro excelente, me sorprendió en todos los aspectos, tanto en narración como en originalidad. Es liviano pero profundo, y sin duda te llega y deja pensando. Realmente muy bueno. Se los recomiendo.

Si solo quedo yo, si soy la última de mi especie, la última página de la historia humana, por mis narices que no dejaré que la historia acabe así.

Puede que sea la última, pero soy la que sigue en pie. Soy la que se vuelve hacia el cazador sin rostro del bosque en una autopista abandonada. Soy la que no huye, la que no se queda, soy la que planta la cara.

Porque si soy la última, significa que yo soy la humanidad.

Y si esta es la última guerra de la humanidad, yo soy el campo de batalla.