Megan es una de las jugadoras estrellas del equipo de futbol de su universidad y sueña con entrar en la liga para menores de veintitrés años. Comienza a vivir su peor pesadilla cuando su madre la anota, junto a su melliza, en la temporada para debutantes de Dallas, un exclusivo evento anual que presenta en sociedad a señoritas que deben ser perfectas.

Aunque Megan se niega rotundamente a participar, acaba cediendo por culpa: cree que es la única manera de salvar el tenso matrimonio de sus padres, quienes están a punto de perder la estancia en la que viven en manos de una compañía eléctrica. Sin embargo, aunque sin sorpresas, su primera reunión de debutantes es un fracaso y su estricta entrenadora la sentencia: si no logra convertirse en una dama en un mes, será expulsada.

Esta es una lectura fresca, divertida e ideal para esta época del año. Es liviana, te hace retorcer de risa y dice a los gritos "verano" por todos lados. Aunque es un lindo libro para distraerte en cualquier estación, no lo limitemos.

Es una comedia romántica con todas las de la ley, tiene momentos muy vergonzosos, torpezas y exageraciones. Me recordó mucho, pero mucho, al estilo de novelas como El diario de Bridget Jones o Austenland. Y eso no es casualidad, ya que Mi gran y catastrófico debut es un retelling de Orgullo y prejuicio.

Aunque, la verdad sea dicha, en lo personal no lo noté hasta bien comenzada la historia, y porque leí un comentario en Goodreads. Hay guiños y paralelismos, pero en general solo toma algunos elementos esenciales del clásico y las adapta de forma muy interesante y sutil. Esto, por supuesto, hace que sepamos cómo ocurrirán algunas cosas o cuáles son las verdaderas intenciones de algunos personajes, pero eso ocurre con todo retelling y, en este caso, le agrega muuucho drama del bueno a algunas situaciones.

Los personajes son sencillos, pero están bien construidos y te compran casi todos. En especial la torpe de Megan. Como toda prota de este tipo de comedias, es por ahí demasiado ingenua para su edad y por demás torpe. No pega una, vive metiendo la pata, una catrasca con todo. Pero cumple a la perfección con su rol y es realmente muy simpática. En lo personal, además me gusta que no sea adolescente, que esté en el limbo de la adultez. Es lindo tener una prota un poquito más grande para variar, cuando vos ya estás vieja.

No diría que esta es una novela juvenil, tira más para el chic lit pero no tiene edad. Es ese tipo de historia blanca que puede disfrutar cualquier público.

El ritmo, como imaginarán, es trepidante. Diría que cinematográfico, es como si la novela hubiera sido concebida para ser adaptada. Yo leía y sentía que miraba una peli, y eso está muy bueno, porque no deja lugar para altibajos ni aburrirse.

Si quieren una lectura sencilla, divertida y más que recomendada para estos días de calor en los que nos cuesta hasta pasar de página, esta opción es GENIAL.