Adictos a la escritura: Lo inverosímil
¡Hola, hola!
Les traigo relato hiper improvisado y a último momento para Adictos. Con los parciales se me hizo imposible ponerme antes a escribir, pero tenía una idea concisa y loca para este relato, y no quise desaprovecharla.
Probablemente me haya enredado con la consigna, este mes tocó: Lo inverosímil.
Al principio fue como "Bitch, please. Soy fan de Lovecraft y Poe desde los ocho años, puedo lidiar con esto". Resulta que no, que ser fan no tiene nada qué ver con eso jaja
Por último, estoy hiper feliz porque Gálivich, mi relato del mes pasado volvió a ser el elegido del mes en adictos :D
¡Gracias a todos por votarlo! :)
Maullidos
Se había dormido con el peso de un mal presentimiento agujereándole el estómago. Lo había despertado a medianoche su gato maullando.
Algo estaba mal, algo estaba pésimo.
Se agazapó en la cama, abrazó sus rodillas bajo su mentón y, con la bilis en la garganta, tuvo que contener las náuseas que le causaba el pavor. Una luz perezosa, verde y plomiza inundaba la habitación, como si súbitamente se hubiera sumergido en alguna laguna mohosa bañada por la turbia luz del sol.
Su gato lo observaba fijamente desde la puerta, luego con la rapidez típica de los felinos abandonó la habitación. Brincó de la cama exaltado, tomó su antiguo paraguas como torpe e improvisada arma y lo siguió escaleras abajo, con el corazón amenazando con hacerlo convulsionar, provocandole un temblor histérico con cada latido. El olor acre del orín del animal atacó sus fosas nasales en cuanto ingresó al pasillo, invasivo, repugnante, parecía cubrir cada milímetro de la habitación. Camino a la escalera ya no pudo contener las náuseas y vomitó junto a la baranda, por el miedo, el hedor y los hermosos regalitos que su mascota había dejado en cada escalón. Roedores, aves y pequeños animales despellejados y sanguinolentos, acompañaron cada uno de sus pasos al salón.
Su gato junto a la ventana le daba la espalda. Como un péndulo perfecto y enfadado, mecía suavemente la cola. Tenía la vista clavada en algo al otro lado de la calle, bajo un poste de luz. Exactamente donde…
Una bola de pelos se escurrió babosa entre los dedos de sus pies desnudos cuando se acercó, vacilante, a él.
–Has sido un mal chico, Fluffy –susurró.
–¿Yo he sido un mal chico, John? –contestó el gato, volteándose a mirarlo con los ojos hundidos cargados de reproche, las orejas partidas y el pelaje opaco y arratonado–. Tú has sido un mal chico, John.
Era verdad. Había sido un mal chico, un mal amo.
Se arrodilló y pidió piedad llorando como un niño, pero los felinos no sienten compasión, y él había sido un mal dueño, un muy mal dueño… y ahora pagaría por ello, lo sabía. Lo sabía.
Lo sabía desde hacía una semana cuando por descuido había atropellado y matado a su gato.
Y este es el relato del mes.
Espero que les guste y que no lo lean con ningún minino cerca, no sea cosa que le dé ideas :)
¡Qué empiecen bien la semana!
Les traigo relato hiper improvisado y a último momento para Adictos. Con los parciales se me hizo imposible ponerme antes a escribir, pero tenía una idea concisa y loca para este relato, y no quise desaprovecharla.
Probablemente me haya enredado con la consigna, este mes tocó: Lo inverosímil.
Al principio fue como "Bitch, please. Soy fan de Lovecraft y Poe desde los ocho años, puedo lidiar con esto". Resulta que no, que ser fan no tiene nada qué ver con eso jaja
Por último, estoy hiper feliz porque Gálivich, mi relato del mes pasado volvió a ser el elegido del mes en adictos :D
¡Gracias a todos por votarlo! :)
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Maullidos
Algo estaba mal, algo estaba pésimo.
Se agazapó en la cama, abrazó sus rodillas bajo su mentón y, con la bilis en la garganta, tuvo que contener las náuseas que le causaba el pavor. Una luz perezosa, verde y plomiza inundaba la habitación, como si súbitamente se hubiera sumergido en alguna laguna mohosa bañada por la turbia luz del sol.
Su gato lo observaba fijamente desde la puerta, luego con la rapidez típica de los felinos abandonó la habitación. Brincó de la cama exaltado, tomó su antiguo paraguas como torpe e improvisada arma y lo siguió escaleras abajo, con el corazón amenazando con hacerlo convulsionar, provocandole un temblor histérico con cada latido. El olor acre del orín del animal atacó sus fosas nasales en cuanto ingresó al pasillo, invasivo, repugnante, parecía cubrir cada milímetro de la habitación. Camino a la escalera ya no pudo contener las náuseas y vomitó junto a la baranda, por el miedo, el hedor y los hermosos regalitos que su mascota había dejado en cada escalón. Roedores, aves y pequeños animales despellejados y sanguinolentos, acompañaron cada uno de sus pasos al salón.
Su gato junto a la ventana le daba la espalda. Como un péndulo perfecto y enfadado, mecía suavemente la cola. Tenía la vista clavada en algo al otro lado de la calle, bajo un poste de luz. Exactamente donde…
Una bola de pelos se escurrió babosa entre los dedos de sus pies desnudos cuando se acercó, vacilante, a él.
–Has sido un mal chico, Fluffy –susurró.
–¿Yo he sido un mal chico, John? –contestó el gato, volteándose a mirarlo con los ojos hundidos cargados de reproche, las orejas partidas y el pelaje opaco y arratonado–. Tú has sido un mal chico, John.
Era verdad. Había sido un mal chico, un mal amo.
Se arrodilló y pidió piedad llorando como un niño, pero los felinos no sienten compasión, y él había sido un mal dueño, un muy mal dueño… y ahora pagaría por ello, lo sabía. Lo sabía.
Lo sabía desde hacía una semana cuando por descuido había atropellado y matado a su gato.
Y este es el relato del mes.
Espero que les guste y que no lo lean con ningún minino cerca, no sea cosa que le dé ideas :)
¡Qué empiecen bien la semana!
9 comentarios
Felicidades por tu cuento Gálivich! :)
ResponderEliminarSi hay algo que me asusta más que un gato enojado, eso es el fantasma del gato enojado! :D
La atmósfera te quedó genial, casi se respira.
Abrazos!
Me encanto, super creepy. Aunque me dio un poco de miedo.
ResponderEliminarSaludos!
Terrorífico, pero pobre Fluffy. Aunque este gato debe ser de armas tomar, el amo parece que lo conoce bien, a saber de qué es capaz este felino. Las descripciones reflejan muy bien el ambiente y el miedo que siente el personaje. Me ha gustado tu manera de resolver el tema del mes, llevando lo inverosímil al terror.
ResponderEliminarUn abrazo! :)
¡Genial relato Meli! Pone los pelos de punta, yo me lo imagine todo menos que el gato fuera un fantasma, sufrí con la intriga y con ese final tan sorprendente. ¡Genial! y ¡Felidades por Gálivich, no era para menos, fue de mis favoritos porque conmueve, es muy sentido!
ResponderEliminarMuy bonito, me ha pasado lo mismo no me imaginaba el fantasma del gato, y menos que lo atropellara, y encima va y habla. Me ha gustado, te mando un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPrimero una pequeña crítica, no se si será algo normal en tu país, pero me suena raro eso de "algo estaba pésimo", porque pésimo es un adjetivo superlativo y se ve más acompañado por un sustantivo "cinco pésimos hábitos" incluso "tu exámen fue pésimo" con el verbo ser... Ahora lo bueno: una ambientación excelente, una historia original y un tanto tétrica, cargada de misterio y con sorpresas. Puedo decir, como lectora de Poe que es un relato digno del género de terror y misterio, de la novela gótica, que tan bien desarrolló en sus relatos ^^
ResponderEliminarComo fan de Poe acabas de hacerme el halago más grande de la vida!! :D
EliminarMuchas gracias :)
Y sí, está mal utilizado pésimo. Te diría que es un modismo, pero mentiría, es una costumbre mía, soy yo quien usa para todo el pésimo en la vida ^^U
Besito y gracias de nuevo :)
... cuando he leído lo de: " Tú has sido un mal chico, John." me he quedado un poquito a cuadros porque me ha recordado a una historia que tengo pensada. No es que sea parecida, pero me ha recordado a ella. Además que la historia mía también es de terror y de gatos jaja. Pero bueno, me ha gustado el relato. Me ha gustado el enfoque de terror que le has dado, en coontraposición a muchos que le hemos dado un toque más humorístico.
ResponderEliminarUn beso
Antonio V. García.
Dos años después releo los comentarios y TENGO que aclarar que el gato es más bien un zombie. Es más creepy, chicos jajaja
ResponderEliminarCada vez que dejas un comentario Gato es tan feliz que casi, casi, sonríe :D
Se vale todo menos el spam y las agresiones. Me gusta devolver comentarios, no hay necesidad de dejar links. ¡Gracias por leer! :D