Título: Condenado a muerte Título original: The Row
Autor: J. R. Johansson Editorial: VR YA Genero: Thriller, drama
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El padre de Riley lleva más de diez años en el corredor de la muerte, condenado por un crimen que él no cometió. Dentro de veinte días, será ejecutado y su hija va a embarcarse en una carrera contra reloj para demostrar su inocencia y salvarlo de su horrendo destino.
Pero... ¿merece realmente su padre ser salvado?
CHAN.
Este es un thriller con todas las de la ley, que te amasija las emociones y tiene el tupé de desarmarte el corazón. Es increíble, y me da piel de gallina de solo recordarlo.
Riley quiere saber la verdad, solo la verdad. Ella admira a su padre, es la persona a la que más ama en el mundo y está dispuesta a ir al infierno por él, pero en cuanto se da cuenta de que todo lo que sabe sobre él podría ser una mentira, se ve obligada a madurar de golpe y su misión adquiere un nuevo objetivo: basta de vivir en la oscuridad, basta de mentiras. Ella quiere saber la verdad aunque la destruya.
Y aunque le cueste la vida a su padre.
Me encanta el estilo de Johansson, es simple pero tiene el poder de meterse bajo tu piel y dentro de tu cabeza (hace años, al reseña Insomnia, les comenté eso mismo, la forma en la que logró jugar con mi mente y hacerme sentir que me volvía loca). Es una genia del misterio, maneja la tensión como una reina.
El vinculo de Riley con su padre, incluso cuando no sabes si el tipo es verdaderamente inocente o no (y no, no vas a saberlo hasta el final. Y no, no importa cuánto creas que sepas para dónde va la trama, este libro tiene dos plot twist tremendos e impredecibles) es levemente enfermizo. Riley canaliza su ausencia idealizándolo, y por eso cada nueva novedad, positiva o negativa, sobre el caso de su papi, resulta desesperante, impactante y dolorosa para ella, y para el lector.
Sobre papi, porque lo conocemos más de esa forma que por su nombre, realmente te desconcierta y nunca podés dilucidar la verdad. Te enferma y conmueve en partes iguales. Le crees y desconfías de él todo el tiempo. Es uno de esos personajes hiper duales de los que no sabes qué pensar realmente. Lo que es genial, porque de eso va esta historia.
También tenemos a Jordan, que viene a incrementar el drama de una manera muy... retorcida. No voy a spoilearles de quién es hijo este personaje, pero sí voy a decir que es un encanto y el cable a tierra de Riley, ese que le permite explotar, que le permite hablar de todo aquello que no quiere, pero también el que la increpa, que la hace ampliar su visión y no quedarse solo con la versión de la historia que ella conoce.
Cuando noté que esta historia incluía un romance, resoplé, especialmente por el spoiler sobre Jordan, porque ya saben que soy re anti jaja, pero me cerró la boca. Es un personaje necesario, es una relación necesaria, y le agrega una nueva capa de drama y desesperación a este libro.
Como ya les adelanté, Condenado a muerte no tiene piedad por tus emociones. Es una lectura muy sensible, en lo personal me emocioné (para bien y para mal) en muchas partes, y la verdad es que el último cuarto es tremendo. Para leer con una caja de pañuelos al lado y al borde del asiento. La mezcla de tensión, de horror, de tristeza y emoción es tremenda. Pero tremenda.
Terminas con piel de gallina y devastado, pero también con una pequeña sonrisita optimista asomando de lo más hondo.
Yo les avisé.
Hermoso libro.
“Si lloro por un monstruo, ¿me convierto en uno?”.
¡¡¡FELICES 12 NOCHES DE HALLOWEEN!!!
