Yo no soy infantil.
Podre ser mentirosa, puerca, idiota, infantil, ¡pero nunca estrella porno!
Ok, si no entendieron esa referencia váyanse de mi blog, no me interesa que me lean nunca más.
Volviendo a este review serio, en cuanto me enteré que estaba por salir una película de Escalofríos, solo fui capaz de pensar una cosa:
Ni siquiera sentí ese miedo completamente fundado de cuando Hollywood toca alguna de las joyas de nuestra infancia. Estaba Jack Black, ¿qué podía salir mal?
Y nada salió mal.
Escalofríos era mi serie favorita de chica, no me la perdía ni loca, obligaba a toda mi familia a mirarla porque por lo general la daban los fines de semana al mediodía (por un canal de aire) y a la noche (en Fox Kids). Algunos episodios me aterraban, algunos es el día de hoy que todavía me dan mucha impresión. Y después, bendito sea, ¡¡después descubrí los libros!! Ay, es tanto amor que no me cabe.
La película no está basada en ninguno de los libros, sino que es una nueva aventura que de alguna forma se las ingenia para reunir un poco de todos.
La cosa es así: por cuestiones que sabrán si miran la pelí, todos los monstruos que R.L. Stine crea cobran vida, por eso los mantiene encerrados en sus libros. El problema es que un nuevo vecino se muda a la casa de al lado, se enamora de su hija adolescente... y abre un libro. En teoría, tan solo tienen que devolver al monstruo a su libro y problema resuelto. Perooo, el viejo e incordioso Slappy entra en acción, deja escapar a TODOS los monstruos de todas las novelas y como es muy buena onda, quema los libros así no pueden devolverlos.
Si alguien me decía que casi veinte años después iba a ver una nueva historia con Slappy, que estilizado es menos creepy pero igual de odioso, jamás lo hubiera creído.
La película es meramente infantil, pero eso no significa que no sea un deleite para los grandes, sobre todo para los que crecimos con la serie.
Tiene cierta remanencia noventera, lo que es fantástico. Me refiero al estilo, a la atmósfera de la película. Me recordó mucho, mucho al estilo de esos grandes clásicos infantiles noventeros (onda Jumanji, por ejemplo), y me derrito de la felicidad.
También tiene algo que me encantó, y es un final muy digno de la serie. Fue genial.
Es corta, entretenida, tiene la tensión perfecta y te depara muchas risas, porque tiene mucho sarcasmo y sentido del humor. Además de algunos guiños y regalitos para los fanáticos ;)
Una peli familiar, entretenida y disfrutable. ¿Qué les puedo decir? Yo salí feliz del cine, hablando hasta por los codos y llena de nostalgia. La disfruté un montón.
Podre ser mentirosa, puerca, idiota, infantil, ¡pero nunca estrella porno!
Ok, si no entendieron esa referencia váyanse de mi blog, no me interesa que me lean nunca más.
Volviendo a este review serio, en cuanto me enteré que estaba por salir una película de Escalofríos, solo fui capaz de pensar una cosa:
QUIERO.QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO. QUIERO. QUIERO.QUIERO.
Y nada salió mal.
Escalofríos era mi serie favorita de chica, no me la perdía ni loca, obligaba a toda mi familia a mirarla porque por lo general la daban los fines de semana al mediodía (por un canal de aire) y a la noche (en Fox Kids). Algunos episodios me aterraban, algunos es el día de hoy que todavía me dan mucha impresión. Y después, bendito sea, ¡¡después descubrí los libros!! Ay, es tanto amor que no me cabe.
La película no está basada en ninguno de los libros, sino que es una nueva aventura que de alguna forma se las ingenia para reunir un poco de todos.
La cosa es así: por cuestiones que sabrán si miran la pelí, todos los monstruos que R.L. Stine crea cobran vida, por eso los mantiene encerrados en sus libros. El problema es que un nuevo vecino se muda a la casa de al lado, se enamora de su hija adolescente... y abre un libro. En teoría, tan solo tienen que devolver al monstruo a su libro y problema resuelto. Perooo, el viejo e incordioso Slappy entra en acción, deja escapar a TODOS los monstruos de todas las novelas y como es muy buena onda, quema los libros así no pueden devolverlos.
Si alguien me decía que casi veinte años después iba a ver una nueva historia con Slappy, que estilizado es menos creepy pero igual de odioso, jamás lo hubiera creído.
La película es meramente infantil, pero eso no significa que no sea un deleite para los grandes, sobre todo para los que crecimos con la serie.
Tiene cierta remanencia noventera, lo que es fantástico. Me refiero al estilo, a la atmósfera de la película. Me recordó mucho, mucho al estilo de esos grandes clásicos infantiles noventeros (onda Jumanji, por ejemplo), y me derrito de la felicidad.
También tiene algo que me encantó, y es un final muy digno de la serie. Fue genial.
Es corta, entretenida, tiene la tensión perfecta y te depara muchas risas, porque tiene mucho sarcasmo y sentido del humor. Además de algunos guiños y regalitos para los fanáticos ;)
Una peli familiar, entretenida y disfrutable. ¿Qué les puedo decir? Yo salí feliz del cine, hablando hasta por los codos y llena de nostalgia. La disfruté un montón.