Bonjuoooooooooooooooooooor! Bienvenidos al segunda día de nuestro especial de San Valentín :D

El Top Ten de hoy consistía en hacer una lista sobre las cosas que te gustan en una historia de amor, las cosas que te disgustan o ambas. Yo elegí ambas, aunque la parte de las cosas que me gustan por ahí me va a costar un poco.

Veamos:

CINCO COSAS QUE ME GUSTAN EN UN LIBRO ROMÁNTICO:

1. Qué me hagan sufrir como quinceñera ansiosa:

Me gusta cuando las cosas se dan despacio, me gusta que te hagan desesperar, que no te sirvan el romance en bandeja, que se dé tan de a poco que te crispe los nervios. Que te den ganas de sacudir a los protas por no admitir que se gustan, empujarlos y obligarlos a besarse de una vez.

Básicamente:


Sí, soy masoquista o algo, pero son los romances que más me gustan.

El único libro juvenil por el estilo que se me viene a la mente en este momento es Obsidian.

2. Qué haya mucha ternura

Y a no confundir ternura con cursilerias baratas. Un libro para ser tierno no necesita ser meloso ni empalagoso, va en la actitud, en el carácter de los personajes, no en puntillas y adornos.

No sé explicarlo, pero por lo general aquellas parejas que me dan ternura son inusuales o tienen alguna característica especial que los hace muy humanos. También, generalmente incluyen algún personaje roto. Por otro lado, tienen que estar muy bien construidas y ser muy autenticas para que esto pase.


Por ejemplo, me dieron muchísima ternura Two Boys Kissing, Eleanor & Park, Fangirl, Temblor, Aristotle and Dante Discover the Secrets of the Universe.

3. Que no falte el sentido del humor



Para mí esta es una pieza fundamental en una relación y también lo busco en las ficticias.
Amo cuando dos personas se hacen reír, no hay nada más lindo que hacer reír a la persona que más querés. Para mí habla de compañerismo, de complicidad, de seguridad, de camaradería y lo más importante, de diversión. Me parece muy importante que te diviertas con la persona que tenés al lado.

Así que es una de las cosas que más amo encontrar en las relaciones literarias. Hay grandes chances de que me compre al instante si se hacen reír mutuamente.

4. Keep it Simple




Si bien aprecio y mucho las historias elaboradas, también valoro las sencillas.

Me gusta cuando los romances no son muy complicados, cuando las cosas se dan con simpleza sin muchas subidas y bajadas ni mucho drama.

Por lo general son predecibles, pero de vez en cuando vienen bien las historias sencillas que no te obligan a pensar demasiado y te dejan contento.

5. Los felices por siempre o casi




Me sale la chica Disney, pero me gustan los finales felices, los epílogos que nos muestran la vida de los protagonistas, o las short-stories que narran algún episodio aislado luego del final idílico (o no) del libro.



COSAS QUE DETESTO EN UNA HISTORIA DE AMOR:

1. El mashoo dominante


No hay nada que me aburra más, indigne y parezca denigrante que los hombres que parecen no haber evolucionado desde el tiempo de las cavernas.

Perdón, pero no encuentro ni sexy ni romántico que te peguen un garrotazo y te arrastren de los pelos hasta su cueva. O su traducción a la actualidad en cualquier historia de machotes y Mary Sues: ahora que sos mía vas a hacer a un lado tu vida y a hacer todo lo que yo diga, desde ahora decidiré por ambos, hablaré por por ti y solo yo voy a protegerte porque sos mía.

Eso me hace bostezar.

Ni hablar cuando son libros con tintes o simplemente eróticos y todo se vuelve un poco misógino. Porque aparentemente el sexo se inventó para complacer al hombre y nada más. Entonces te encontrás con la Mary Sue de turno en montones de novelas desviviéndose por hacer feliz a su hombre y nada más, sin importar lo que ella quiere, y te dan ganas de ir y estampar al autor, sobre todo si es una autora.



Me sentiría igual si la situación fuera al revés, pero jamás me crucé con una novela en la que ocurriera.

En fin, lo de Yo, Tarzan. Tú, Jane, no me va en absoluto. No sos un puto mono, compórtate como una persona por el amor del cielo.

El mejor ejemplo que se me viene a la mente es El príncipe oscuro, el primero de la saga Cárpatos. Pero no es el único, hay cierta tendencia a aprovechar otros tiempos para meter protas así. Y, no sé, se puede ser salvaje e indomable, incluso protector, sin ser un idiota ni faltarle el respeto a tu pareja. Para mí la época no es excusa.

2. El instalove


Como dije arriba, me gustan los romances que se cocinan a fuego lento, por lo tanto el amor instantáneo tiende a fastidiarme.

Por lo general, me parece superficial y poco creíble, poco sentido. Perdón pero a los tres días de conocer a alguien no resulta creíble que te arrastres de amor y estés dispuesto a matar o morir por eso.

No creo en el amor a primera vista, creo en la atracción a primera vista. Pero no en amar a alguien a quien no conocés, lo más probable es que estés enamorado de la persona que creés que es, no de quien realmente es. Así que todos estos amores que se gestan en diez minutos a mí se me hacen caprichitos.

Para mí a esas relaciones les falta solidez y verosimilitud. Algunas son buenas, pero por lo general para mí es un no.

El 90% de las novelas juveniles de la última década entran en este grupo. Y también Romeo y Julieta.

3. Cuando todo chorrea miel




Me gusta el romance, me gusta que haya un poquito de cursileria, alguna frasecita melosa de vez en cuando. ¿Pero el 90% de un libro así? Yo paso. Me parece más falso que moneda de cinco centavos (no sé de dónde salió ese dicho, acá hay monedas de cinco centavos en curso legal, no creo que todas sean falsas :P) y más pesado que mi hermana.

Me gusta en su medida justa, pero todo en exceso es malo. Sobre todo la miel, que empalaga.

4. Los benditos triángulos




A ver, no me molestan los triángulos en sí, si están bien construidos, tienen sentido, razón de ser, etc, etc, ect. Pero la mayoría de las veces no es así, la mayoría de las historias nos presentan una Mary Sue idiota a la que todos aman y no logra decidirse entre dos chongos aunque desde el vamos es obvio con quién va a quedarse.

Otra cosa que si no está bien manejada me parece un cliché horrendo, es cuando una de las puntas del triángulo resulta ser el villano así Mary Sue no debe quedar como la perra que le rompe el corazón a un buen chico. No es un recurso que me disguste, pero considero que tienen que trabajarlo muy bien para que funcione, ya que está sobre explotado.

En fin, no me molestan los triángulos si están bien planteados y todos los involucrados son fuertes. Hay historias excelentes con triángulos, no voy a generalizar diciendo que odio este recurso, porque no es así. Odio que caigan en clichés y no aporten nada nuevo ni interesante.

Si me salís con un triángulo porque sí y una protagonista idiota, te voy a odiar. Si me das algo bien elaborado, no.

Voy a citar Existence de Abbi Glines como ejemplo de triángulo mal hecho con una prota enfermizamente tonta y encima tiene lo que digo en el segundo párrafo de este apartado.

5. Las mil y una idas y vueltas




Cualquier, pero cualquier relación llena de idas y vueltas, peleas y reconciliaciones se va a mi lista negra.

Me vuelve loca el drama innecesario. A ver, todas las parejas se pelean de vez en cuando, de hecho creo firmemente que es lo más sano y que una relación no se solidifica realmente hasta la primer peleíta :) pero si en una novela se pelean cada dos páginas o meten drama de relleno, me saca de quicio. Es enfermizo, nada sano, ¡sepárense por el amor de Dios! Nadie los quiere ver juntos, tantas vueltas mataron mi interés en su relación.

Realmente detesto esto, más cuando no sigue un hilo de trama firme, cuando las cosas pasan un poco por qué sí y vos te quedás: "¿Pero por qué vas a dejarlo para siempre por quinta vez en medio libro si hace dos párrafos era el amor de tu vida y estabas dispuesta a matar nazis por él?"

Sinsentidos de relleno. Odio total.

El mejor ejemplo que se me ocurre: Pídeme lo que quieras, ahora y siempre de Megan Maxwell. El libro es 95% relleno odioso, 90% de ese relleno odioso son peleas y reconciliaciones irritantes. Este libro me disuadió de volver a leer a la autora en muuuuuuuuuuucho tiempo, y eso que hasta ese momento la disfrutaba bastante.


Y estas son diez cosas que me gustan y no me gustan de las historias románticas. ¿Coincidimos en alguna?

¡Buen martes! :D