La profecía del cuervo es el primer tomo de la saga The Raven Boys de la grosa y genia de la vida Maggie Stiefvater.

Adoro el estilo de Maggie, su fantasy no tiene igual, tiene una pluma muy estética y bella, con ciertos resquicios de realismo mágico que me vuelven loquita, y una voz muy original. Sus libros son un híbrido, lo mejor de dos mundos. Tienen calidad literaria y la cadencia de libros más comerciales. Realmente me encanta su estilo.

Así que, demás está decir, tenía estos libros en mis pendientes desde hace un montón. Y esperando en mi biblioteca por ser leídos desde hace casi dos años, pero nunca les encontraba el momento (una vez más: los libros de Maggie son de lo mejor, pero no del todo livianos). Finalmente, empecé a leerla de la forma más inesperada: para un trabajo práctico de la universidad. Algunos gajes hermosos del oficio, jaja

Todas las mujeres de la familia de Blue son mediums o pueden ver el futuro, excepto ella. Quien, aunque potencia los poderes de quienes la rodean, no posee ninguno propio. Pero eso sí, absolutamente toda su familia ha predecido que el verdadero amor de Blue, morirá cuando ella lo bese.

La noche de San Marcos, y resignada a ser una antena humana, acompaña a una de las hermanas de su madre al camino de los muertos, en donde conocerán a los espíritus de todas las personas que morirán el próximo año y anotarán sus nombres para prevenirlos, y que no les quede ningún asunto pendiente. Es allí cuando Blue por primera vez ve un espíritu: uno de los chicos del cuervo, alumno del prestigioso colegio Aglionby. Está mojado, como si hubiera muerto ahogado, y dice llamarse Gansey.

Por alguna razón, Blue siente que ese chico es quien está condenado a morir por su beso. Y no se imagina, ni de casualidad, que sus caminos están a punto de cruzarse. Porque Gansey está obsesionado con seguir las líneas ley en búsqueda de un antiguo rey dormido, quien le concederá un deseo a quién lo halle, y acaba de grabar el encuentro de su espíritu con Blue, así que muy, muy pronto, se presentará en su casa, buscando explicaciones.

El fantasy de este libro es maravilloso, muy estético, muy poético. El concepto del rey durmiente, le da una dimensión de leyenda que me encanta. De hecho, ese mismo mito en sus múltiples versiones, siempre me resultó muy llamativo, es algo que me gusta mucho.

Pero aún así, hay algo en esta saga que no me termina de cerrar. Me gusta, disfruto a full su lectura, pero le falta algo. Me falta hacer un click para que me apasione, para que me obsesione.

Este tomo es bastante introductorio, pero tiene su buena cuota de acción y cabos atados. Eso me lleva a hablarles de lo que siento que es el mayor problema de la saga: es un fantasy elaborado, difícil de explicar, que lleva dos libros y medio (estoy estancada ahí, de momento) preparándonos para algo que todavía ni pasa, ni se nos explica del todo. Y mi interés se pierde muy fácil.

En cada libro se avanza un poco más sobre Cabeswater y todo el misterio que encierra (no voy a detenerme a explicarles qué es esto, porque no entenderían ni pío), pero el avance es minúsculo y los libros son largos.

Se siente un poco como estar parado en el aire.

Para mí, es eso lo que no me cierra: le falta más hechos concretos y definitivos por libro. No es una lectura liviana ni del todo ágil, y que ocurra tan poco...

Hablemos de los personajes, porque son un punto fuerte.

Primero la tenemos a Blue, la chica antena de los besos condenados. Blue para mí es un Bleh. Solo una herramienta para que los chicos del cuervo encuentren y activen su línea ley.

No tiene una personalidad definida, no tiene una voz muy fuerte. Sus capítulos son los menos interesantes. Ni siquiera tenemos una descripción muy elaborada, solo puedo decirles de ella que usa ropa fea y que vive comiendo yogurt.

Y que desprecia bastante a los chicos ricos, como sus amigos los del cuervito.

Eso nos lleva a un personaje que amé en este libro, y solo en este libro: Adam.

Adam, a diferencia de sus amigos, pertenece a una clase muy baja, proviene de una familia violenta, su papá le pega y tiene varios trabajos para poder asistir a Aglionby, ya que considera que es de la única manera en la que tendrá un futuro.

Aunque sus amigos quieren ayudarlo de varias maneras (empezando por la económica), es demasiado orgulloso y le da vergüenza, así que no lo permite jamás.

Su historia es muy triste, muy fuerte y realmente te genera empatía. Lo entendés, así de simple, es un chico que está intentando levantarse a sí mismo desde el fondo del pozo.

Ronan, Noah y Gansey, son quienes nos restan.

No conocemos demasiado a Ronan en este libro. Si bien es uno de los favoritos de todo el mundo, en este primer volumen lo conocemos como el amigo rebelde e irreverente, busca pleitos e inadaptado. Presentís el potencial, pero no es hasta la última línea del libro, que capta al 100% tu atención.

Noah, ¡ay, Noah! Lo amo tanto. Solo quiero que sea feliz, y protegerlo, y darle amor, y perritos. 

Es un chico desgarbado, desprolijo e inocuo. Al que sus amigos a veces olvidan y no llama demasiado la atención. Tiene la historia más WTF de todo este libro, y lo peor es que lo dice desde el principio, pero la gente tiende a pasarlo por alto tan fácilmente, que nadie se da cuenta de su... particularidad.

Lo amo en serio. En este libro y en todos los demás, es uno de los personajes más interesantes y complejos (y el dúo que hace con Ronan, se los debo. Me matan de risa, se los juro). Te parte el alma, te desespera y llena de ternura, todo al mismo tiempo.

Concluimos con Gansey, ese chico nerd de alma que habla con términos grandilocuentes que nadie entiende, fantasea con encontrar un rey dormido y al que Blue decide no revelarle que morirá en los próximos meses, potencialmente por su culpa.

Es interesante, su historia se va poniendo más y más compleja a medida que avanza la saga pero no es el protagonista que más atrapante, al menos no a simple vista.

En fin, la historia es hermosa, tiene potencial y, si bien todavía no me termina de cerrar, disfruto de su lectura y realmente, realmente quiero saber cómo termina todo esto (y más vale que Gansey sobreviva, porque está bien que no es mi preferido, pero si se muere la busco a Maggie y le rompo todo).

Una buena saga, un soplo de aire fresco dentro del género.