Hace un par de semanas se estrenó la segunda temporada de Santa Clarita Diet, una de mis nuevas series favoritas, y admito que me la devoré en un fin de semana con la misma voracidad que Sheila se come un corazón humano.

Ya les reseñé esta serie por acá, pero adoré tanto esta segunda parte que TENÍA que traerles un update, cosa que usualmente no hago.

Si no saben de qué va esta serie, se las resumo en dosi segundos: Sheila y Joel son un matrimonio de lo más normal de clase acomodada, sino fuera porque un día Sheila murió y ahora es una no muerta que se alimenta de humanos. Por suerte, su adorado esposo encubre sus asesinatos y siempre está ahí para apoyarla, mientras desesperadamente buscan una cura. Con muchas, muchas, muchas risas implicadas.

Admito que creí que no iba a estar a la altura, las segundas partes nunca son buenas, he abandonado chorros de series en su segunda temporada y temía que no iba a ser capaz de mantener la frescura, el humor, el encanto. Estaba tan equivocada que me abrazaría.

Esta segunda temporada es tan buena, inteligente, asquerosa y desternillante como la primera.

Y eso que corre un riesgo garrafal, porque en resumidas cuentas sigue orbitando sobre lo mismo que la primera temporada, se avanza muy poquito. Pero mantiene la frescura y es tan, tan, divertida, original y adictiva, que ya se ganó la fidelidad del espectador y sabe mantener su interés (y su disfrute).

El trabajo de Drew Barrymore y Timothy Olyphant es esplendido, desbordan carisma, se cargan la serie en los hombros y son todo, realmente todo. Su matrimonio ficticio y sangriento es uno de los más puros, graciosos y honestos de la televisión. Y son tan sexies. Y tan tiernos. GOALS. Menos la parte de la muerta viva, igual goals.

Sentido del humor a la serie le sobra, y es perfecto. A veces muy sofisticado, ingenioso e inteligente, pero mezclado con inocentadas y chistes fáciles, y un chorro de humor negro del duro y bueno. Además se explaya sobre temas muy, muy actuales y tiene un nivel de crítica que madre mía. Está buenísimo lo que logra.

Logra todo lo que quiere con vos, que te hagas pis de la risa, que llores, que te emociones, que te mueras de los nervios o te quedes súper WTF! y por eso la amo tanto.

Una vez más, si quieren una serie adictiva, -lamentablemente breve-, con excelentes actores, mucho sentido del humor e ingenio, esta es la ideal. 

¡No veo la hora de que llegue la tercera! Ojalá siga manteniendo la calidad, porque mis varas ahora están súper altas.

La adoro.