¿Alex, quizás? de Jenn Bennett


Titulo: ¿Alex, quizás? Titulo original: Alex, Approximately Autor: Jenn Bennett
Genero: Romance Editorial: VRYA
Sinopsis:


Bailey "Mink" Rydel cree haber conocido al chico de sus sueños. Los dos comparten su amor por el cine, pero si vínculo es sólo online . Basicamente, Alex es el chico perfecto, aunque ninguno de los dos reveló aún su verdadera identidad. Ahora Bailey se muda con su padre, tendrá la oportunidad de conocer a Alex. Es el momento de decifrar quién es él realmente, así que Bailey usará todas sus habilidades detectivescas para descubrirlo antes de atreverse a una cita.. pero en el camino conocerá a Porter Roth, un joven carismático y guapísimo. ¿Bailey llegará a conocer a Alex u optará por un joven real, que la seduce y la desafía todo el tiempo?



¿Alex, quizás?, es la última novela de Jenn Bennett, autora del extremadamente adorable y peculiar, Night Owls.

Me siento algo conflictuada para escribir esta reseña. Jenn, junto a Rainbow Rowell y Stephanie Perkins, forma parte de mi santísima trinidad de autoras preferidas en lo que a romance juvenil contemporáneo respecta. Es que... es única, tiene una frescura y una naturalidad que amo, a la vez destaca por lo extravagantes que suelen ser sus personajes, pero sin caer en clichés ni resultar inverosímiles. ¿Cómo no amar todo ese conjunto?

Tras esta introducción en la que le declaro mi amor eterno a Jenn, me siento lista para decir que ¿Alex, quizás? no es su mejor trabajo. Es súper dulce, ganchero y entretenido. Y la verdad es que me gustó, pero no está a la altura de otros de sus libros. Quiere, intenta tener todas esas características tan propias de la autora, pero no puede.

El problema no es el estilo, que es tan llevadero, divertido y encantador como siempre, sino la historia en sí.

Bailey, o como dicta su identidad on-line, "Mink", está enamorada de Alex, un chico californiano a quien solo conoce por un foro de cine, pero es perfecto para ella. Cuando se muda a California junto a su padre, no le dice nada a su amigo/crush, y decide buscarlo por su cuenta, siguiendo las pocas pistas que tiene (solo sabe que trabaja en algún tipo de tienda en la costanera, cerca de un puesto de churros y que alimenta a un gato callejero). Pero, en el ínterin, comienza a trabajar en un museo y, mal que le pese, termina enamorada de Porter, uno de los guardias de seguridad. Porter es irreverente y todo un desafío, pero de todas maneras la hace olvidar muy, muy fácil de Alex.


OMG, ¿quién será a Alex? 

El plot twist de este libro es inexistente
, en lo personal creo que esa es la idea desde el inicio y, francamente, es bastante desesperante, pero de una manera romántica y tierna, saber lo que Bailey no, y estar constantemente a la expectativa de que se revele el misterio. Pero, una de cal y otra de arena, esto deja a la protagonista parada en un lugar extremadamente irritante. Juega todo el tiempo a la boba que no se da cuenta de la obviedad ni aunque le baile desnuda a los pies de la cama. Y LO HACE, más o menos.

Eso le resta frescura y espontaneidad, ni hablar de credibilidad. Es un personaje forzado.

Llega un punto en el que estás: "Dale, Bailey, razoname un poco". Hasta el padre se exaspera, le tira pistas y la mensa nadaaaaa.


Porter es más atractivo, aunque tampoco es el fósforo más brillante de la caja. De todas maneras, en su defensa, él no sabía que "Mink" estaba en su ciudad y buscando a... esto, "Alex".

Me costó bastante tomarle cariño a los dos, me terminaron ganando por cansancio. Pero no están muy bien construidos, son bastante incongruentes y bastante tontos.

Al principio se la pasan peleando y agrediéndose sin razón aparente, lo que es muy, muy irritante. No creía poder llegar a quererlos, ni siquiera a engancharme. Ella era una protagonista vacía, él un cretino total. No cambia taaaaaaaaaaaanto el panorama, pero la autora es tan graciosa y dulce que sí, te terminan comprando.

Me quejé mucho de esto :)
La personalidad de ambos fue forjada por pasados extra-traumáticos. Esto me pareció tiradísimo de los pelos. Meras ganas de meterle un poco más de tensión. En el caso de Porter, si bien su drama suena algo inverosímil porque es una realidad demasiado distante, está mejor elaborado que en el de Bailey, que medio ni fu ni fa durante todo el libro, pero se usa para justificarla todo el tiempo.

Hablando de drama medio porque sí, también hay una subtrama con un amigo drogadicto y criminal, quien me dio mucha pena porque tiene muchos problemas y no hacen más que tratarlo con mucha violencia todos. Muy desagradable, triste e innecesario. No ayuda a que te caiga mejor Porter, ni aporta demasiado a la historia.

Volviendo a los protas, finalmente, se supone que los dos son apasionados del cine, es la columna vertebral del misterio del libro, y resulta que ninguno de los dos lo menciona jamás y tienen pasiones que nada qué ver, en realidad.

Honestamente, para ser un libro sobre cine, a este libro le falta cine. Es una cuestión casi irrelevante en la trama. Sacando un par de chats entre Alex y Mink, algunas referencias y menciones que hacen los protagonistas y, directamente, el final, no tiene peso. Eso me desconcertó. Como se conocían en un foro de cine podría haber funcionado igual si era en uno de avistamiento de gaviotas, y dadas sus reales aficiones, eso hasta hubiera resultado mejor jaja

Por último, mi mayor problema fueron los pequeños giros de trama internos. Súper básicos, súper forzados, súper precarios y obvios. Disculpen esto, pero me recordaba a esos fanfictions subidos de tono, escritos por preadolescentes sin demasiada coherencia argumental, solo que en este caso sin faltas de ortografía ni mezclar tiempos verbales. Todo lo obvio que pueda pasar, va a pasar. Todo, todito ♥

Es que este libro es como una peli de Disney Channel, pero con sexo. Eso me gusta, Jenn dota siempre a sus personajes de una sexualidad bastante normal, y se las ingenia para que las escenas sean siempre divertidas y naturales, pero sin vulgaridades, incomodidades ni ser explicitas.

Si bien lo sufrí, también lo disfruté. El libro tiene TODO el gancho del mundo y aunque pueda parecer que no, sí me gustó. Tiene momentos súper bonitos, un sentido del humor buenísimo y es tierno y romanticón. Solo que esperaba mucho, mucho más de esta autora.

Sin embargo, como es una lectura corta, dulce y mega entretenida, yo se los recomiendo igual. Aunque si tienen otros libros pendientes de Jenn, no empiecen con este.

¿Alex, quizás?, es genial para el verano o para pasar un buen momento. Ideal para esos días en los que querés o necesitás distenderte o no pensar mucho.

"Estar con Porter es loco y emocionante, y se parece mucho a estar en una buena película de suspenso: no sé quién va a terminar muerto al final"

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3 comentarios

  1. Yo estaba super emocionada por leer este libro, y cuando por fin pude hacerlo fue tan meh... que lástima que esperabamos algo buenísimo y en realidad no lo fue. Al menos leyendote me entero que la autora tiene libros mucho mejores, averiguaré cuales son a ver si leo alguno, nunca habia oido sobre ella. Seguro cualquiera que lea va a ser mejor que este jajajaja

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  2. Me causo mucho tu reseña, Meli, en especial la parte de las gaviotas jajaja, no leí nada de la autora pero me gusta mucho la estetica de sus libros y cómo se los presenta, las tramas y eso, una lastima que este no cumpla con las expectativas pero bueno, a veces pasa.

    Besos

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  3. Hola Meli!
    Qué embole que los personajes sean tan bobos y se la pasen dando vueltas con una trama pava. Me decepciona un poco porque venía super hypeado este libro y pintaba muy bien.
    Aparte Night owls no sé qué otros libros tiene la autora, pero ya la voy a stalkear y de todas formas capaz empiece con ese porque me llama más y leí re lindas reseñas.

    Que andes bien.

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